Nueva Zelanda.- Barry Cox decidió construir un iglesia distinta y abierta a la naturaleza que no esté hecha ni con cemento ni con madera, sino utilizando árboles vivos. Esta edificación le tomó cuatro años. En YouTube se compartió un video en el que se muestran los ambientes del lugar.
«Salí de casa por la puerta de atrás y pensé: ese espacio necesita una iglesia», asegura Cox, que según leemos en el blog Faith is Torment comenzó a trabajar en abril de 2011.
La iglesia está en la región de Ohaupo en Nueva Zelanda. Para realizar esta obra, Cox escogió los árboles de té australiano para las paredes y para el techo los alisos por lo flexibles que son.
“Tree Church” es una obra que tiene capacidad para un centenar de personas. Tal como se observa en el video de YouTube, lo que queda del terreno está decorado con hermosos jardines y un toldo hecho con un paracaídas militar.
Los jardines y los laberintos que se ven en el clip de YouTube están inspirados en la antigua ciudad bíblica de Jericó y son utilizados como locaciones para sesiones fotográficas.
La idea inicial de Barry era reservar el templo para él mismo, para tener un rincón apartado y tranquilo en el que reflexionar… pero no pudo decir «no» a su sobrino le pidió permiso para casarse allí.
Después vinieron otros familiares, otros amigos y otras parejas que también querían disfrutar de la iglesia, al menos durante unos minutos. Así que el artista ha cedido a la presión popular y, desde el pasado mes de enero, su magnífico edificio está abierto a visitas del público. Incluso tiene su propia página web de presentación.