La popularidad del gobernante venezolano Nicolás Maduro continúa por el piso, y el descontento sobre la situación del país alcanza a casi un 90 por ciento, reveló una encuesta de la firma Datanalisis que muestra cómo la posibilidad de pasar hambre es ahora la principal preocupación de la población, publica El Nuevo Herald.
ANTONIO MARÍA DELGADO
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El sondeo de Datanalisis, cuyas encuestas suelen ser menos hostiles hacia el régimen bolivariano que las de otras firmas, también muestra que Maduro saldría muy mal parado en una elección presidencial contra Leopoldo López y Henrique Capriles, con los opositores sacando individualmente más del 70 por ciento de los votos frente a un pronunciamiento a favor del gobernante que no llegaría al 30 por ciento.
No obstante, todos los partidos políticos salieron muy mal parados en el sondeo. Solo un 18.4 por ciento de los consultados señaló que se identifica con el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), un 5.0 por ciento con la MUD (que agrupa a la mayoría de los partidos de oposición), un 3.9 por ciento con Primero Justicia (organización de Capriles), un 3.6 por ciento con Un Nuevo Tiempo (dominante en el estado Zulia) y un 1.9 por ciento con Voluntad Popular (el partido de López).
Un 57.2 por ciento de los que contestaron la encuesta dijeron no identificarse con ningún partido.
El sondeo mostró que el agudo problema de desabastecimiento que registra el país es el que mayor peso ejerce sobre las mentes de los venezolanos, superando al tradicional líder de dolencias: la inseguridad personal.
El fenómeno no pasó por desapercibido entre analistas consultados, quienes dijeron que Venezuela también está atravesando por una ola de violencia que amenaza por superar las ya alarmantes estadísticas de homicidios que se produjeron el año pasado, y cimentar aún más la reputación del país como uno de los más peligrosos del mundo.
Pero los siguientes temas de preocupación también son económicos, e incluyen, por orden de importancia, el alto costo de la vida, las colas para comprar productos, la crisis económica y el desempleo.
Para el asesor político Esteban Gerbasi, la lectura es muy simple, “la gente está pasando hambre”.
Y eso comienza a verse en la ampliación de la percepción de los venezolanos sobre la situación en que se encuentra el país, con un 87.2 por ciento que la considera mala o muy mala, y solo un 11.7 por ciento cree que es buena o muy buena.
Esos niveles de descontento no causan sorpresa al economista Alexander Guerrero, quien advirtió que el acelerado deterioro que ha registrado la economía venezolana en los últimos años ha estado destruyendo cualquier avance frente a la pobreza que pudo haberse registrado en el país durante la era de bonanza petrolera.
“Están destruyendo a la clase media”, advirtió Guerrero, presidente de la firma TecnoEconómica. “A ellos lo que les interesa es mantenerse en el poder a como de lugar, incluso cuando eso significa dejar al país en ruinas”.
El régimen de Maduro bien pudo en el 2013 haber comenzado a tomar correctivos que podrían haber disminuido la proporción del desastre económico que ahora enfrentan los venezolanos.
Y tal como están las cosas, es muy difícil pronosticar cuándo llegará a su final la actual etapa de penurias.
“Los países no tocan fondo, los países se arruinan, caen en periodos de estancamiento, y estamos entrenando en unas de esas etapas en Venezuela. Es allí cuando la gente comienza a irse, porque no hay inversión”, señaló Guerrero.
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