Amigo, hoy te vas con ganas de regresar. Con ganas de volver a caminar conmigo las calles antañosas de Venezuela. Estas que, nos vieron crecer, sonreír, llorar, enamorarnos, pelear y progresar. Momentos que pudimos vivir a lo largo de los años en esta ciudad en compañia de gente carismática.
Amigo, ¿Cuándo fue que Venezuela se convirtió en tierra de abundante soledad y silencio?. Ciudad llena de edificaciones donde solíamos pasar tiempo. Puertas cerradas que solían estar abiertas. Calles que solían ser el mejor lugar para las reuniones familiares o la mejor cancha para jugar, aquellos viajes que sólo hacía falta planearlos... Ahora, se transforman en un recuerdo que desaparece con los años.
Hoy tomas un avión llevando contigo, tú caja de recuerdos y, dejando atrás una casa fiel que espera tu regreso. Esa casa que, el corazón te pide que no abandones. Pero, (que el miedo, el futuro y la cabeza te obliga a dejar atrás).
Maiquetia se convierte en una puerta de salida y además, en un mar de memorias donde muchos recordamos; aquella mañana o aquella noche en la que te marchaste y dejaste de escribir una vida junto a nosotros. Amigo, aunque sea la última vez que nos veamos, por favor, no olvides jamás esa caja de recuerdos llamada Venezuela.