Las consecuencias del reciente aumento del salario mínimo integral -sueldo y bono de alimentación pasaron de Bs 33 mil 636 a Bs 65 mil 056 - siguen siendo valoradas negativamente.
A los malos pronósticos de los analistas por el impacto inflacionario -estimada en hasta 890% al cierre de 2016-, se unen los gremios empresariales, los cuales advierten que la medida pone en riesgo de cierre a las pequeñas y medianas compañías, que según Ecoanalítica suma 90% del entramado productivo del país.
Una de las posturas corresponde al presidente de Fedecámaras, Francisco Martínez, quien sostuvo que el ajuste “es sumamente negativo porque se puede convertir en el cierre de las empresas y en perdidas de puestos de trabajo”.
Explica que mientras el sector industrial suele estar contractualmente por encima de los incrementos de la remuneración mínima, las compañías pequeñas están más alineadas al sueldo básico y tienen más dificultades para sobrellevar el alza, que en este caso implica elevar a Bs 22 mil 576 el salario mínimo desde el 1° de septiembre (50%) y los tickets de alimentación a Bs 42 mil 480 desde agosto (128%).
El presidente de Conindustria, Juan Pablo Olalquiaga, coincide en la proyección, al decir que las empresas con rubros regulados van a estar a un más imposibilitadas de poder seguir operando, ya que mientras crecen las erogaciones, los ingresos merman o se estancan, “porque no pueden trasladar el ajuste a los precios, haciendo más inviable su sostenimiento y comienza la pérdida de puestos de trabajo o la quiebra”.
Con información de El Tiempo
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