"Siguen los guerreros del teclado desde la comodidad de su casa, llamando a la guerra y a la matanza, pero para que la peleen los hijos de los demás", expresó.
Este tweet generó polémica en los sectores que adversan a la MUD y al PSUV, pero sólo el dirigente del partido político Rumbo Libertad, Roderick Navarro, se atrevió a responderle al diputado a través de un artículo en Foro Libertad.
Desde hace tiempo la MUD-PSUV y sus “intelectuales” han intentado acuñar en nuestro imaginario eso que llaman los guerreros del teclado, que no son más que los venezolanos que expresan su descontento hacia la dirigencia política sin la censura de cualquier organismo del Estado o partido político. En esa jugarreta por causar pena y culpa en la conciencia popular, los politiqueros han hecho despertar a más de uno que antes lo tenían como militante y ahora, lo tienen como detractor. Eso no es culpa de la gente, sino de estos caudillitos.
El país ha sido destruido por más de medio siglo de una forma de pensar y hacer la política y ya ha sido suficiente, es momento de que esto termine. Por eso miles de jóvenes espíritus venezolanos se han convertido en la imagen de nuestro tiempo: a través de la tecnología hemos acorralado a la clase política iletrada y corrupta de Venezuela. Somos la rebeldía ante una manera de existir superficial y vulgarista estimulada por los déspotas y sus colaboradores.
En la conciencia de los politiqueros resuenan nuestras voces como fuegos artificiales, que unidas en millones de letras se convierten en la voz de todo un país moribundo, que totalmente herido, aún no se rinde porque rendirse no es su herencia.
Estos hombrecillos que prohíben a la gente expresarse como si fueran dueños de nuestros deseos, son parte del pasado más constreñido de nuestro país. Son seres que en la medida que pasa el tiempo necesitan que los demás lo desperdicien para no perder la vigencia. ¿Y cómo lo logran? A través de la sumisión, eso a lo que nosotros somos inmunes, esa cosa que tampoco forma parte de nuestra educación.
Nosotros los venezolanos que queremos expresarnos libremente tenemos que unirnos, porque el poder de la gente es indestructible cuando está organizado y con un mismo propósito. Nosotros queremos la Libertad y ellos quieren la estabilidad de la dictadura. Quienes quieren la dictadura son apenas una absurda minoría dentro de los millones de venezolanos que hacemos al país.
Entonces, dejemos a un lado a estos seres venenosos cuando osen descalificarnos y llenarnos de falsas acusaciones: ellos no nos conocen, pero nosotros sí los conocemos a ellos. Ellos usan la descalificación pero le dicen “argumentos”, nosotros usemos la palabra como arte y destruyamos cada uno de sus esfuerzos por detenernos con altura, profundidad y belleza, porque lo oscuro nunca, nunca, prevalece ante la luz.
Ellos saben que su final se acerca y nosotros sabemos que se acerca nuestro comienzo. Seamos perseverantes porque ellos son los cansados, no sólo porque la naturaleza juega a nuestro favor, sino porque tenemos conciencias que tienen una clara visión de Venezuela y no ansiamos, como ellos, las sobras de una renta petrolera.
Nuestro Rumbo es la Libertad mientras que ellos solamente dibujan horizontes sin caminos. ¿Creen que dejaremos de usar el único espacio de Libertad de expresión que existe porque no soportan la verdad? ¿Ahora quién será tan cobarde como para guardar silencio ante lo que es evidente?
Purifiquemos la psiquis y el alma de la sociedad venezolana con nuestras palabras que son la cura al resentimiento y a la mala educación que tanto han tratado de imponer a la fuerza durante todo este tiempo. Lavemos nuestras manos cuando toquemos algún panfleto que busca mantenernos esclavos, sumisos o dependientes a su sistema. ¡Vamos a desnudar a las peores ideas! Y con ello desnudemos a sus autores. Demostremos al mundo que detrás de sus palabras hay un vacío gigante que solamente pueden disimular con tretas visuales y auditivas. Vamos a medir la pequeñez de sus pasos en la grandeza de nuestros logros. Vamos a repetirles mientras tengamos vida: nosotros somos el futuro.
En este sentido, quiero que hagamos saber a esos tipillos manirrotos e insaciables que actuaremos de la siguiente manera:
1.- Nuestro vocabulario será el vocabulario de la Venezuela Futura. Nos avergüenza expresarnos como ellos. Haremos que sus palabras pueriles y vulgares se pierdan en el tiempo.
2.- Todas nuestras acciones tenderán a la vida, porque la vida es goce. Ese resentimiento repugnante que tanto promueven, es un odio que solamente existirá entre los venezolanos hasta que ellos existan.
3.- Hablaremos de nosotros, los venezolanos, y de ellos, la clase política MUD-PSUV. Seremos una columna iluminada, robusta de tanto orgullo, y ellos con tantas ganas de derribarnos harán sangrar y reventar sus manos en mil pedazos si tan solo nos tocan.
4.- Vamos a demostrar que sus problemas no son los problemas de la gente. Sus victorias de maquinitas controladas no son más que malos recuerdos de frustración, ansiedad y exilio para la gran mayoría de los venezolanos.
El nombre de nuestro país es sinónimo de vergüenza, burla y desprecio en el resto del mundo por culpa de estos seres; desvencijada por su “sentido común” y vestida en harapos por su “buen gusto” lastimero.
Por todo esto, derrotemos a la dictadura con desobediencia civil.
¡Que nunca más se reproduzcan por nosotros estas expresiones de hienas gritonas! El título de este artículo es ironía y a la vez un más-nunca. Es el momento de recomponer a la Nación en todas sus partes, es el momento de un cambio cultural radical; hagamos de Rumbo Libertad el lugar de encuentro de todos nosotros: los que luchando devolveremos el orgullo a nuestro gentilicio y haremos grande, brillante y gloriosa a Venezuela de manera organizada y sin vacilaciones.
¡Libertad o nada!
1 comentario:
Rumbo Libertad no es, ni será, un partido político mientras estemos en dictadura.
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