“Vamos a tener un centro de atención en el momento de recibir a esos migrantes que no tienen dónde estar con naciones Unidas y esto nos va a ayudar un poco (…) Que logremos un mayor orden en esa migración y en los espacios públicos y que no haya gente en la calle vendiendo de todo, porque eso complica muchos a los ciudadanos y cosas como esas nos tienen que ayudar“, indicó Holguín.
La Canciller Holguín también manifestó que en conjunto con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar se buscará reducir la cantidad de menores en las calles, especialmente en las ciudades fronterizas, además de la grave situación de prostitución que se ha venido proliferando en varias regiones del país.
“Le hemos pedido a la directora de Bienestar Familiar, quien viaja hoy a Cúcuta porque hay mucho niño en la calle y es un tema del que tiene que hacerse cargo. El Presidente le ha pedido a todas las instituciones que se hagan cargo a fondo porque el tema de la prostitución también complica mucho y tiene angustiada a la ciudadanía“, señaló la ministra.
La canciller María Ángela Holguín manifestó: “Hay un grupo importante de más de 220 mil personas que han ingresado a nuestro país y se han quedado y les hemos extendido esa posibilidad de estar en Colombia hasta por dos años, para que los contraten legalmente”.
Por otra parte, Holguín señaló que la principal razón de los venezolanos para llegar a Colombia, es abastecerse de alimentos y artículos de primera necesidad que escasean en el vecino país.
“Si uno les busca trabajo, pues tampoco es que estén muy entusiasmados. Uno lo que siente es que están buscando recursos para enviar a Venezuela“, precisó.
En ese mismo aspecto, se refirió a los tres tipo de migración que el Gobierno ha identificado a lo largo de los últimos años, por parte de los ciudadanos e industriales venezolanos.
“Hay un tipo de migración que empieza hace cuatro o cinco años, de algunos industriales y empresarios que vienen a invertir a Colombia entre ello la industria petrolera. Luego viene una migración de ingenieros y médicos que traen sus negocios y son exitosos y tenemos una última migración desde 2017 de clase baja que tiene una angustia del diario vivir y es la que está en Cúcuta, en Barranquilla, en Santa Marta”, destacó.
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