El gobierno venezolano mantiene, desde 2003, un control de cambio que en estos momentos supone la existencia del sistema de la Divisa Complementaria (Dicom), mecanismo de subasta de divisas que fija la paridad cambiaria oficial (actualmente en Bs 70 mil por dólar), y que de acuerdo con las autoridades debe ser usada para la transferencia de remesas.
El anuncio lo hizo el encargado de la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban), Antonio Morales, quien advirtió que los recursos en moneda extranjera que reciben los venezolanos deben regirse por la tasa Dicom, que es el precio oficial, y no el fijado por el mercado especulativo.
Actualmente el dólar negro se cotiza 12,3 veces por arriba del valor de la divisa oficial, mientras el acceso a los dólares oficiales es muy restringido (en la última subasta se liquidó $1,10 millones entre particulares y empresas), lo que ha hecho que las operaciones al cambio paralelo se fortalezcan.
Morales explicó que las remesas además deben transarse mediante las casas de cambio que están siendo autorizadas a operar. Detalló que la Sudeban espera que en las próximas semanas estas entren en funcionamiento con otro “esquema más competitivo”.
A la espera que se aclare qué mecanismo se pondrá en marcha para atraer usuarios a las casas de cambio, el titular de la Sudeban denunció que la recepción de remesas a través del precio del dólar paralelo, acelera la inflación y contribuye “a la guerra económica”.
Expuso que esta situación fue lo que llevó a la intervención de Banesco. “Las personas no enviaban las remesas por canales regulares, sino que se buscaban a alguien con una cuenta en Banesco, desde afuera le daban 100 dólares, lo cambiaban al dólar ilegal y lo entregaban a la familia”, explicó.
Sin embargo, Morales aseveró que solo las casas de cambio autorizadas podrán procesar este tipo de transacciones de divisas.
De acuerdo con los cálculos de Ecoanalítica, cada operación supone una media de envío entre $75 y $100, por lo que estima que a Venezuela entraron por concepto de remesas entre $1 mil 200 y $1 mil 500 millones en 2017.
Para el director de esta firma, Asdrúbal Oliveros, formalmente en el país no llegan remesas, porque “en su mayoría (los dólares) no llegan, los dólares cambian de mano afuera (del país), con su contrapartida en bolívares acá, dado que no hay un mercado paralelo legal”.
Ante las afirmaciones de que el Gobierno quiere hacerse con las divisas que envían los venezolanos que están fuera a sus familiares, y por ello está actuando contra los bancos y algunas empresas de remesas (operación manos de papel), Oliveros indicó que “más que echarle mano a eso, que es en extremo difícil por no decir imposible, lo que buscan es lograr contener la presión en el tipo de cambio no oficial vía la intimidación y el miedo, sin reformas estructurales”.
El Tiempo
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