El panetón es ese postre italiano que no puede faltar en navidad, y es que su delicioso sabor y textura lo hace inigualable a los demás panes. Aunque en el mercado se pueden conseguir innumerables marcas, te mostraremos cómo reconocer un buen panetón en estas fiestas para que lo disfrutes al máximo.
Un buen panetón debe cumplir unos parámetros básicos que solo se reconocen al degustarlo.
La calidad del panetón debe ser de buen tamaño y peso, regular en su perfil. La cúpula debe ser homogénea, sin protuberancias ni estar aplastada, con el corte en cruz bien marcado. Al exterior de este postre, la corteza es oscura pero sin llegar al tostado excesivo, uniforme, sin burbujas y con la miga interior correctamente adherida.
No podemos olvidar que el panetón tradicional se reconoce por tener una textura muy tierna, húmeda, jugosa, que se deshace en hebras al extraer los pedazos, algo así como un algodón. El color siempre es amarillo dorado, con frutas repartidas homogéneamente.
Se suele cortar en “gajos” grandes, pero la forma tradicional de servirlo es arrancando o pellizcando las porciones directamente con las manos; así se desvela realmente la textura. A pesar de su alto contenido en mantequilla y yema, no es una masa de tacto graso, ni excesivamente elástica. Al probarlo, en boca ofrece una masticación suave y tierna, en absoluto seca, tampoco gomosa ni pastosa.
Con información de directoalpaladar.com
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