Agencias federales en Estados Unidos han recibido llamadas que han sido rastreadas a zonas militares en Venezuela, ofreciendo negociar la entrega de Nicolás Maduro y el resto de los fugitivos del régimen, interesados en las recompensas.
Casto Ocando / Primer Informe
«¿Cuáles son las condiciones para la entrega? ¿Puede ser recogido en territorio venezolano? ¿En cuál lugar de la frontera es más conveniente? ¿Podríamos ofrecer logística para la operación de extracción? ¿Cómo se hace el reclamo para el pago de la recompensa?»
Estas son apenas algunas de las preguntas que se formulan a través de las líneas confidenciales de varias agencias federales en Estados Unidos, principalmente en Miami, que manejan el gran volumen de llamadas que se comenzaron a recibir desde que el Departamento de Estado norteamericano ofreció una recompensa de $15 millones por la captura de Nicolás Maduro, considerado un fugitivo de la justicia por una corte federal de Nueva York.
Las llamadas más significativas han sido realizadas desde zonas militares en Venezuela, de acuerdo al rastreo de las llamadas realizadas por las agencias, dijo a Primer Informe una fuente pidió la reserva. Una de estas llamadas fue realizada por un alto oficial que no dio su nombre, pero que reveló detalles sobre la ubicación de varios de los fugitivos, que posteriormente fueron confirmados.
La fuente dijo que desde el momento en que se anunció la acusación federal contra el llamado Cartel Maduro-FARC, y particularmente desde que se ofrecieron las recompensas, los «solicitados» incrementaron los niveles de seguridad, e incluso se movieron de lugar.
«Vladimir Padrino se encerró en Fuerte Tiuna, mientras que Nicolás Maduro duplicó el número de anillos de seguridad, de 3 a 6. Diosdado Cabello dividió a la familia para ubicarla no en un solo sitio sino en varias residencias, mientras que el general Motta Domínguez se estableció en un lugar del estado Falcón», dijo la fuente.
Otros, como Tareck El Aissami, incrementaron el número de guardaespaldas no venezolanos. En el caso de El Aissami, sólo lo protegen efectivos de seguridad traídos desde el Medio Oriente, indicó la fuente.
El sábado, el embajador en Washington Carlos Vecchio, declaró que muchos en el régimen están ya trabajando para obtener la recompensa por la captura de Nicolás Maduro.
«Estoy convencido de que está hoy en plena discusión en Miraflores la cabeza de Maduro, y está también en todo el círculo íntimo, en otros actores civiles, y también en algunos actores militares«.
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