Más de 80 venezolanos murieron o desaparecieron en el Mar Caribe en los últimos dos meses en tres naufragios reportados por NTN24 y otros medios de comunicación y confirmados por las autoridades venezolanas. El primer bote volcó el 23 de abril y el segundo el 16 de mayo, ambos en dirección a Trinidad y Tobago, y se estima que entre 51 y 67 refugiados y migrantes venezolanos desaparecieron en estos desastres. El tercer barco, dirigido a Curazao, desapareció el 8 de junio. Al menos veintiún venezolanos siguen desaparecidos, con pérdidas totales que aumentan posiblemente a 32.
Según testimonios de sobrevivientes y familiares de los venezolanos desaparecidos, estos viajes son organizados por contrabandistas. Los traficantes de migrantes aprovechan la búsqueda desesperada de los venezolanos de mejores condiciones de vida para vender estos viajes en embarcaciones muy sobrecargadas, inadecuadas para el transporte de pasajeros en mar abierto.
"La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) lamenta profundamente las muertes y desapariciones de tantos ciudadanos venezolanos", dijo Marcelo Pisani, Director Regional de la OIM para América Central, América del Norte y el Caribe. "Estos desafortunados incidentes resaltan las medidas desesperadas que los venezolanos están dispuestos a tomar para llegar a sus destinos, incluso arriesgando sus vidas a manos de los contrabandistas".
El barco más reciente que se hundió zarpó clandestinamente desde la ciudad de Aguide, que se encuentra en el estado venezolano de Falcón.
“Teniendo en cuenta que las redes de contrabando operan en entornos transfronterizos, es necesario que todos trabajemos de manera coordinada. La cooperación entre los países se vuelve esencial para la provisión de una respuesta integral ", agregó Pisani.
Estas rutas irregulares y los servicios prestados por los contrabandistas colocan a los venezolanos en situaciones de vulnerabilidad adicional en las que pueden ser víctimas de todo tipo de abuso y explotación. Pagan precios altos sin garantía de seguridad o llegada a su destino. En muchos casos, los viajes se realizan en barcos que superan su capacidad de transporte, lo que les permite volcar.
“Hoy, más que nunca, se necesita una perspectiva regional para combatir el contrabando en el caso del flujo mixto venezolano. Esto se refleja muy bien también en un aumento significativo de los flujos migratorios en todo el Caribe ”, agregó Pisani.
Más de 4 millones de refugiados y migrantes venezolanos han abandonado su país desde 2015. Más de 110,000 de ellos residen en el Caribe.
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